LA MUJER DE LA CARRETERA
Soy Ramón, tengo 45 años, viajo por diferentes rutas de Venezuela en mí camión, siempre llevo a mí perro, una noche viajando en la ruta de la Colonia Tovar – La Victoria Edo. Aragua, conseguí a una dama en la vía, ella me pidió un aventón a La Victoria, por alguna razón mí perro se puso intranquilo y aulló, caminó y se puso de mi lado izquierdo porque la cabina del camión es grande, lo sobé para calmarlo, la chica se montó y arrancamos, mi perro seguía del lado izquierdo del volante; está carretera es particularmente peligrosa por las bajadas y barrancos, no hay luz solo la de los carros, los vehículos deben bajar muy despacio para cuidar los frenos, el recorrido se me
hizo ameno por la compañía, íbamos hablando de diferentes temas, debo confesar que me sentía un poco intranquilo, mi perro también estaba muy nervioso, de repente la mujer quedó muda, vio por su ventana, voltio a verme a los ojos y me dijo, …deberías ver la carretera, me asustó su mirada, su tono y venia una curva regresiva, pasando la curva me pregunto, …¿desde cuándo no le haces mantenimiento a los frenos? yo quedé mudo, pisé el freno de golpe y no había freno, mi corazón saltó, y se escuchó una gran explosión tan fuerte como una bomba, se disparó el freno de seguridad y el camión se detuvo, mi mente voló y me pregunté, ¿cómo está mujer supo esto? Abrí la puerta y mi perro se lanzó y yo atrás él, corrí a ver los frenos traseros para descartar un incendio, volví a la cabina y no había nadie, le di la vuelta al camión y solos mi perro y yo, sentí un miedo desgarrador, me quedé ido y confundido, ella salvó nuestras vidas, pero el miedo fue grande no quise acercarme hasta que llegó la ayuda.
